La confianza es la base sobre la que se construyen los grandes proyectos. Y en este caso, ese gesto de entrega del cliente fue el verdadero punto de partida: una certeza silenciosa de que podíamos transformar sus ideas en espacios que reflejen bienestar y visión a largo plazo.

Con esa responsabilidad asumida desde el primer momento, nos propusimos diseñar una vivienda donde cada rincón dialogue con el confort, la funcionalidad y la amplitud.

No se trata solo de metros cuadrados: se trata de sentir que el espacio respira, que acompaña, que está pensado para habitarse con plenitud.

La distribución se planificó para brindar libertad de movimiento, iluminación natural en cada ambiente, y una conexión fluida entre las áreas sociales y privadas. El resultado es un hogar versátil, moderno, y profundamente acogedor. Un lugar donde cada detalle responde a una intención: facilitar la vida, abrazar el día a día, y proyectar un futuro cómodo y sostenible.